Inauguro nueva sección llamada "Catando ..." donde explicaré mis sensaciones con algún juego del cual llevo menos de 5 partidas mientras que dejo los análisis a los que llevo más de 10. Y para empezar dicha sección comenzaremos con Cosmic Encounter.
Cosmic Encounter fue un juego de esos que lo compras y no sabes muy bien con lo que te vas a encontrar ya que es completamente diferente a toda tu ludoteca y a tus gustos personales. En mi caso, su gran mayoría, eurogames de nivel medio/medio-alto y de unas 2 horas de duración. Así que una vez añadidos a la cesta de la compra solo queda rezar que la lotería te haya salido bien.
Y en este caso, ha salido bien.
En Cosmic Encounter representamos a una raza alienígena que tiene que formar 5 colonias en los planetas de los otros jugadores jugando cartas de enfrentamiento o negociación y ayudados por los poderes alienigenas de nuestras especie.
Es un juego totalmente caótico donde interviene claramente el factor suerte ya que tanto los alienígenas que salgan en la partida como las cartas determinarán el ganador de la partida y donde se discute continuamente sobre las reglas que ponen en las cartas. Y da una falsa sensación de que nosotros podemos dirigir la partida ya que estamos diseñando una pequeña estrategia durante el juego cuando en realidad el pescado está vendido desde el principio. Y gracias a dicha sensación el juego no nos deja con la idea de que no hemos hecho otra cosa que tirar cartas como borregos. Esto último se puede mitigar jugando solo con cartas de aliens de color rojo, más complicadas de jugar y por tanto de estrategias más complejas.
Cosmic Encounter tiene todos estos inconvenientes y a pesar de ellos divierte, y mucho, ya que el juego sabe convertir dichos "fallos" en virtudes creando caos y buen rollito en la mesa pero hay que tomárselo como lo que es y nunca como un juego sesudo en el que llevar nuestra estrategia ganadora ya que una carta o un poder nos puede llevar a la miseria en un momento.
Cosmic Encounter tiene todos estos inconvenientes y a pesar de ellos divierte, y mucho, ya que el juego sabe convertir dichos "fallos" en virtudes creando caos y buen rollito en la mesa pero hay que tomárselo como lo que es y nunca como un juego sesudo en el que llevar nuestra estrategia ganadora ya que una carta o un poder nos puede llevar a la miseria en un momento.
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